viernes, 5 de junio de 2015

La comunicación como factor clave en la analítica digital

Datos e inteligencia no son los únicos elementos indispensables que una organización necesita para echar a andar una estrategia de analítica sobre objetivos claros. Se cree que brindar datos es lo único importante para ganar a la competencia y conocer poderosas conclusiones. Lo que sucede aquí es que se está eligiendo el camino más corto para hallar resultados. Resultados que bien pueden ser buenos pero no los más eficientes y correctos para la organización.
Es evidente que la comunicación de ideas, conceptos y conclusiones juegan un rol fundamental en la transmisión de conocimientos y mejoras de una empresa. El acto de comunicar no solo compromete a un área específica sino a todo el organismo de la empresa. Dicho esto, la comunicación se desplaza en todas las direcciones (vertical y horizontal) de la jerarquía organizacional. Por ello, desvalorarla es caer en un error grave que puede generar diferentes interpretaciones y malestar general.
Con el contexto claro, se debe enfocar la mirada hacia la analítica digital. Las visitas, el pixel de conversión, ROI, impresiones, CTR y otros elementos, son las obsesiones de las áreas de análisis. Uno puede descargar la data, depurarla, crear información valiosa y generar conclusiones; pero nada de esto tendría sentido si no existe un orden de ideas entre los responsables de generar dicha información y los encargados de la toma de decisiones.
Si bien nadie tendrá la misma percepción de las cosas, sí es necesario acordar ciertos parámetros para los procesos. El mando gerencial tendrá enfocada su visión a los recursos amplios y ganancias totales, los mandos medios tendrán interés en observar con cuidado la información valiosa para mejorar su área, pero nadie decide reunirse para acordar los objetivos globales. La mayoría podría creer que es obvio, pero lo que se conoce como "obvio" solo existe en la percepción de una persona.
Debe existir un interés de todas las áreas para conocer cuales son los resultados que se desean obtener. El gerente debe ser la persona más indicada para encaminar los procesos, además de brindar toda la información necesaria para realizar un trabajo correcto y no tener un resultado erróneo. Aquí la comunicación es el camino invisible para ser eficaces y obtener las conclusiones correctas.
La analítica web o digital no se basa en números ni en datos se basa en una condición más poderosa e importante, que es la mejora de la empresa. Por ello, solo rebajar dicha labor a pedir/generar datos semanales es un síntoma de no comunicar ni conocer los objetivos.
¿Qué conexión existe entre todo lo expuesto anteriormente y la comunicación? Se creería que muy poco, pero si las áreas conocen qué es lo que la empresa quiere obtener, el trabajo de la analítica digital empezará a tener un rumbo claro y preciso. Dicha precisión no se basa en tener números ni proyecciones elaboradas, se basa en confiar en los resultados, entablar información robusta e irrefutable para obtener valor inigualable. No tener una comunicación eficaz lo único que se conseguirá es aletargar los procesos, no encontrar soluciones y no hallar aquella información valiosa que muchas veces se encuentra ante nuestros ojos.
* Artículo extraído con fines formativos
Fuente: Puromarketing
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En SEO, los buscadores siguen siendo un pilar imprescindible para cualquier estrategia de marketing online

En los últimos tiempos el marketing en buscadores ha sufrido cambios en los distintos escenarios donde tenía presencia, mientras otros nuevos han surgido con fuerza, dando lugar a grandes oportunidades en el terreno del Search. El presente análisis contempla ocho aspectos relacionados con la situación actual y con los futuros cambios en buscadores, al mismo tiempo que invita a la reflexión gracias a la opinión de expertos en la materia.
Si bien hoy en día cualquier usuario es capaz de encontrar fácilmente aquello que busca, en su origen los motores de búsqueda actuaban como meros índices de websites, donde el usuario debía conocer previamente el título del site al que quería acceder. Archie (1990), Excite (1993) o Altavista (1994) son algunos ejemplos de estos inicios en el camino hacia los buscadores actuales.
Mucho ha llovido desde entonces y, en la actualidad, los motores de búsqueda se han ido sofisticando y evolucionando para satisfacer las demandas de los usuarios, hasta el punto de que el proceso se ha convertido en una conversación, con un entendimiento del lenguaje y de la semántica que sigue sorprendiéndonos.
Con el paso del tiempo se han creado buscadores especializados: Google Maps, YouTube, Google Shopping, etc. e incluso se ha evolucionado hacia una búsqueda dentro de los e-commerce, incrementando la importancia de los market places en el ámbito del marketing en buscadores.
El poder ocupar un espacio visible en Google se ha convertido en la máxima de toda marca, independientemente de si venden o no online. Las fronteras entre el on y el off son cada vez más difusas y ya no podemos entender el comportamiento del consumidor de manera separada.
Los usuarios buscan información y comparan antes de realizar una compra, por ello, podemos encontrar comparadores de casi cualquier producto o servicio. Estos lugares que unen a marcas y usuarios han permitido simplificar la búsqueda y ser un expositor de los actores del mercado, pero también han incrementado la lucha en buscadores por el tráfico de potenciales clientes.
Con este panorama, el data management de Search se ha convertido en algo fundamental para desarrollar estrategias de marketing exitosas. Estos y otros aspectos relacionados han quedado reflejados en un nuevo estudio desarrollado por kanlli, y para cuyo desarrollo han sido consultados a diferentes expertos en marketing interactivo y comercio electrónico con el objetivo de mostrar una visión de las estrategias actuales y futuras en los motores de búsqueda.
Entre las conclusiones más importantes destacar el hecho de que los buscadores se han convertido en un pilar imprescindible de cualquier estrategia de marketing online. La propia evolución de los motores de búsqueda y del comportamiento del usuario han originado múltiples escenarios para el posicionamiento. La capacidad de reinventarse y adaptarse a dichos escenarios supondrá el éxito o el fracaso de las estrategias de Search. La tendencia hacia un mayor peso del showrooming gracias al mobile-assisted shopping y la creciente importancia de las menciones de marca para el posicionamiento orgánico han sido los temas con un mayor consenso.
POSICIONAMIENTO SEO EN MARKET PLACES
Los market places como Amazon se basan en un modelo de negocio que pone en relación a vendedores y consumidores. En los últimos años este tipo de sites ha dado lugar a multitud de debates sobre cómo posicionar un producto como resultado de una búsqueda relevante.
Optimizar motores de búsqueda no tradicionales nos permite dejar de depender casi exclusivamente de Google para recibir visitas a nuestros productos y mejorar nuestro volumen de ventas. Además, estaremos ofreciendo un canal adicional a los potenciales consumidores para encontrarnos, por no mencionar que son canales muy enfocados a la venta y no competimos con otro tipo de contenidos (artículos, redes sociales, vídeos, imágenes, mapas?) que hacen perder visibilidad.
Sin embargo, algunas corrientes SEO opinan que potenciar el posicionamiento en los market places puede desplazar nuestros propios resultados en el ranking, desviando el tráfico y reduciendo nuestra visibilidad. Pero, ¿y si los usuarios estuvieran buscando directamente en el market place y no en Google?
La tendencia de búsqueda se dirige precisamente a esto, los usuarios con intención de compra buscan, cada vez más, directamente en el market place y no en Google. Según datos de Forrester Research, el 39% de los clientes online norteamericanos iniciaron sus búsquedas en Amazon mientras que tan sólo un 11% partió de Google.
Afirmación: El posicionamiento en market places es fundamental y lo será aún más en los próximos años, cuando un usuario cada vez más maduro abandone su comportamiento de búsqueda tradicional para conseguir más rápidamente lo que quiere, ya sea información o adquirir un producto.
COMPARADORES COMO ELEMENTO DISRUPTIVO
Cada vez son más los consumidores que antes de decantarse por la compra de un producto o la contratación de un servicio consultan online la información sobre los mismos y, sobre todo, comparan precios entre las empresas que los ofertan, especialmente en los últimos años de crisis.
El crecimiento de los comparadores en los últimos años ha sido imparable. En la actualidad, podemos encontrar este tipo de sitios web para casi cualquier negocio o mercado: seguros, viajes, créditos, alimentación, móviles y un largo etcétera.
Los comparadores se han consolidado como un recurso indispensable para ahorrar y 9 de cada 10 consumidores comparan precios antes de adquirir un producto o servicio. Según Rastreator, uno de los comparadores de referencia en el mercado español, desde sus orígenes han sido más de 14 millones de personas las que han entrado en su site para comparar precios y, además, el 90% de ellos repitieron.
¿Cómo está afectando el auge de los comparadores al posicionamiento en buscadores? La cantidad de información y enlaces que contienen este tipo de webs facilitan un buen posicionamiento orgánico, pero además se suelen invertir grandes cantidades de presupuesto en enlaces patrocinados, lo que hace más agresiva la lucha de las marcas por ocupar un espacio en la primera página de resultados.
En muchas ocasiones, los comparadores se ven como una oportunidad para atraer tráfico y ventas a la página web por otros canales, pero en otras produce un encarecimiento de los leads o ventas conseguidos al añadir un eslabón más al ciclo de compra del producto o servicio, ya que los comparadores no dejan de ser intermediarios entre la marca y el consumidor final. El comparador no hace crecer el mercado, sino que lo dinamiza y organiza.
Esta competencia hace, asimismo, que las marcas vean sus posiciones desplazadas en los rankings tanto en SEM como en SEO, perdiendo visibilidad y oportunidades de conseguir los objetivos directamente desde su página.
Afirmación: El modo en que el usuario busca y utiliza la información evoluciona constantemente. Con la llegada de los comparadores se abre un abanico de posibilidades para estar presente allí donde se encuentra nuestro público potencial. Tener a los comparadores como aliados se presenta como una opción mucho más atractiva que competir contra ellos.
WEBROOMING VS. SHOWROOMING
Con la creciente búsqueda de información previa a la compra, especialmente gracias al auge de los smartphones -que permiten hacer una búsqueda sobre un producto incluso una vez el consumidor ya está en la tienda física- la necesidad de conocer las atribuciones de las ventas online a offline y viceversa supone la diferencia entre el éxito o el fracaso de una acción de marketing.
Se generan así dos tendencias: el webrooming o la búsqueda de productos online para comprarlos posteriormente en la tienda física, y lo contrario, el showrooming, que se produce cuando los consumidores compran online después de haber estado en el establecimiento.
Según Merchant Warehouse , el webrooming supera con creces al showrooming, especialmente entre los jóvenes. Tanto el 75% de los hombres como el 63% de las mujeres prefieren buscar información online y realizar posteriormente la compra offline. Además, el 90% de los showrommers practican también webrooming mientras que en el caso opuesto la cifra se sitúa en un 60%.
Una de las motivaciones para el webrooming, según el estudio, es el ahorro de los costes del envío (47%) o el plazo de entrega (23%). También cabe destacar la necesidad de algunos consumidores de tocar y sentir el producto antes de la compra.
Afirmación: En los próximos años experimentaremos un cambio de tendencias hasta el punto en que el showrooming superará al webrooming gracias a la evolución del uso del móvil y el mobile-assisted shopping. Los usuarios ya utilizan el móvil en tienda para comparar precios, buscar información sobre el producto e incluso para comprarlo directamente y esta tendencia seguirá creciendo, convirtiéndose en una parte fundamental de las estrategias retail.
LA NOTORIEDAD ONLINE DE LA MARCA ES DETERMINANTE PARA SEO
El Search Engine Optimization (SEO) ha estado ligado históricamente a todo tipo de tácticas ingeniosas, cada vez más sofisticadas, para lograr adaptarse o incluso engañar al temido algoritmo de Google.
Mientras el buscador ha ido evolucionando hacia resultados más relevantes, con un contenido original, otorgando una cada vez mayor importancia a la notoriedad online, muchas marcas todavía eligen estrategias artificiales que les permitan ganar algunas posiciones más rápidamente.
Sin embargo, la precisión del algoritmo de Google sigue desarrollándose positivamente y todo apunta a que para este 2015 gran parte de la autoridad de los dominios vendrá determinada por los implied links o menciones de marca , ya que éstas son algo difícilmente manipulable, al contrario que las estrategias de linkbuilding. En palabras de Simon Penson, Moz, "Es lógico que una marca popular tenga a más gente hablando de ella en línea que una que simplemente es buena en la manipulación del algoritmo y ha invertido fuertemente en la construcción de vínculo con ese fin."
La naturalidad es el principal objetivo de Google en lo relativo a las referencias hacia un site, por ello el SEO está cada vez más ligado a una estrategia de comunicación y relaciones públicas de una marca con una base fundamental: el contenido.
A pesar de la sofisticación del algoritmo de Google, los link builders se las han ingeniado en los últimos tiempos para hacer más natural las referencias hacia el site, desarrollando complejos esquemas que tengan en cuenta aspectos como la autoridad del dominio, el page rank, la proporción de enlaces entrantes y salientes, el vecindario o neighbourhood, etc.
Todo apunta a que incluso estas nuevas estrategias serán insuficientes en el medio plazo, ya que Google está cambiando por completo la manera en que tiene en cuenta los enlaces. En el medio plazo, los riesgos de hacer linkbuilding, aunque sea de la mayor calidad, superan con creces a los beneficios.
*Artículo extraído con fines formativos
Fuente: Puromarketing

¿Está el social media marketing sobrevalorado?

Las redes sociales tienen una vida, en realidad, muy corta. Facebook, en realidad, solo llegó al mercado en 2004, lo que hace que no tenga mucho más de diez años de vida. Y Twitter o Pinterest, las otras redes sociales de las que siempre se suele hablar, no lo hicieron hasta unos cuantos años más tarde. El universo social media, por tanto, a pesar de que hoy en día nos parece ubicuo y prácticamente inevitable es, en verdad, una cosa prácticamente recién llegado, algo recién nacido y, como tal, algo que está aún por ver hacia dónde acabará yendo. Y ahí, en el dónde terminará, están las grandes dudas, los muchos análisis y el temor de que lo que oculte todo este interés desmedido no sea más que, al final, humo.
La pregunta de si las redes sociales son o no una burbuja (y sobre todo el cuándo estallará la famosa burbuja) es casi tan antigua como las propias redes sociales. En 2010, un artículo en la Harvard Business Review ya se titulaba, exactamente, La burbuja del social media. Y, en 2013, ya se estaban publicando los tradicionales artículos que anunciaban que la burbuja había explotado. O que estaba empezando a desinflarse (como seguimos hablando de burbujas y estallidos de la misma, casi casi podríamos decir que sus previsiones eran erróneas: no estaba aún pinchada esa potencial burbuja).
Con la salida a bolsa de las diferentes empresas del universo social media, hubo momentos de especial interés en la idea de la burbuja (y sobre si esta estaba en realidad al borde del colapso). Facebook salió a bolsa en 2012, Twitter en 2013 y LinkedIn en 2011 y entre medias habían entrado en cotización una serie de compañías del universo social media que empezaron con un gran acelerón en los mercados y que luego fueron perdiendo fuelle. Cada vez que una de estas compañías salía a bolsa y salía por un precio inferior al que se esperaba (véase lo que pasó con Twitter), los analistas se lanzaban a ser agoreros sobre el fin de la era del interés en el social media.
Las redes sociales eran compañías sin claros modelos de ingresos (y en algunos casos, los modelos siguen sin ser realmente claros o sin producir realmente ingresos con peso) y que no siempre conseguían tener un retorno de la inversión evidente. De hecho, cuando Facebook lanzó su oferta de compra por Instagram (1.000 millones de dólares), la red de fotos no tenía anuncios y no tenía ninguna fuente concreta para monetizar sus servicios. Las compañías del social media eran realmente la aplicación a los negocios del mucho ruido y pocas nueces.
La situación (quizás) esté empezando a corregirse. Como apuntaban los analistas a principios de mayo, los datos sobre lo que estaba ocurriendo en este mercado, desde el cierre de Secret (una app social para contar secretos) hasta los días nefastos que LinkedIn, Yelp o Twitter tuvieron en bolsa, hacían pensar que se estaba empezando a aplicar una cierta corrección a la situación.
Pero la burbuja de las redes sociales no es solo una cuestión del interés que despiertan esas empresas como tales y los precios y valoraciones que consiguen, es también una cuestión de uso y quizás abuso de las mismas y de exceso de celo por parte de las demás empresas a las que les han dicho que estar en social media es prácticamente obligatorio. Digamos que se ha cruzado una frontera cuando no solo el bar de la esquina se abre perfil en Facebook sino que además lo han hecho la funeraria y el tanatorio de la ciudad.
¿Se nos ha ido de las manos todo lo de las redes sociales y han creado las empresas una situación inflada en la importancia que el universo social media tiene en el mundo de la empresa?
Por qué hay una burbuja
En un reciente análisis, BusinessInsider defiende claramente que hay una burbuja en las redes sociales y una burbuja en lo que a uso de las mismas por parte de las empresas se refiere. Como explican en su análisis, en las redes sociales la burbuja está en el que las marcas gasten dinero y tiempo intentando conseguir más y más y más followers y fans sin que se pregunten mucho más. Las marcas están obsesionadas con lo cuantitativo (y no tanto con lo cualitativo: todas quieren tener miles y miles de seguidores) y por tanto se han lanzado a una carrera loca por ser los primeros y los más seguidos en Twitter, Facebook o donde se tercie.
La información sobre esos fans es casi irrelevante (en términos generales) y a las marcas no les importa tanto lo que hacen esos fans, su ubicación o hasta el engagement con sus contenidos siempre y cuando puedan mostrar una lista 'cumplida' de fans como resultado final.
Y, ciertamente, en este punto se está produciendo uno de los errores de cálculo más graves de los directivos, que se dejan llevar por los números finales y no tanto por los hechos concretos y las realidades.
Porque, además, muchos de esos detalles concretos sobre lo que ocurre en redes sociales y sobre el cómo los consumidores interactúan con los contenidos son elementos clave para entender qué está ocurriendo y cómo las redes sociales podrían ser en realidad una burbuja, un espacio que se ha convertido - por múltiples razones - en humo.
¿Está el social media marketing sobrevalorado? El alcance orgánico en Facebook es prácticamente igual a cero ahora mismo para las marcas, lo que hace que todo lo que se dijo en su momento sobre el potencial de las redes sociales y su poder para llegar al consumidor se haya quedado en nada. Para conseguir llegar al consumidor, en Facebook hay que pagar, que es exactamente igual a hacer publicidad en cualquier otro lugar. En Twitter, un tuit lanzado al mundo tiene una vida útil de unos (solo) 18 minutos. Y mientras los temores de que el Zero Day haya llegado definitivamente a Facebook y mientras los responsables de las marcas se preguntan cómo conseguir que lo que hacen en Twitter no se lo lleve el viento, las preguntas sobre si las redes sociales son realmente todo lo que nos han dicho no dejan de repetirse.
Y, a todo esto, incluso en las cuestiones cuantitativas, los números finales pueden ser rápidamente falseados. Solo hay que tener conexión a internet, un buscador y preguntarle quién puede venderte unos cuantos fans y unos cuantos followers.
De forma paralela, las redes sociales han perdido algunos de los valores (en lo que a servicio para marcas se refiere) que las hacían especiales en sus principios. En una reciente columna en TechCrunch, un directivo de una startup de ecommerce de lencería explicaba que no solo los costes de los anuncios en Facebook han subido sino que con la entrada de los anunciantes de siempre en la red social y su importación de las prácticas de otros medios habían desvirtuado para siempre la plataforma y habían conseguido que los anuncios fuesen menos efectivos.
Cómo ponerse a cubierto
Si las redes sociales son una burbuja en lo que a cuestiones de marca se refiere, ¿cómo pueden las empresas ponerse a cubierto y protegerse de su potencial pinchazo? Una de las soluciones, y una de las más eficientes en cuestiones de marca, es la de llevarse a esos consumidores con los que se conecta desde las redes sociales a espacios controlados directamente por la propia marca, como pueden ser las comunidades sociales de marca (y propias) o los envíos de email marketing.
Después, tampoco hay que temer una exposión absoluta y completa. Las redes sociales son diferentes y por tanto no tienen por qué tener suertes similares o simultáneas. Además, las compañías tienen que analizar ya en el momento presente cómo esas redes sociales son diferentes para ellos y averiguar cuál es la calidad de esos followers que tienen en esa red social y cómo están realmente afectando a sus cuentas de negocio.
*Este artículo está utilizado con fines formativos
Fuente: Puromarketing

sábado, 30 de mayo de 2015

Google Tag Manager

A estas alturas, casi todos habréis oído hablar alguna vez del Administrador de Etiquetas de Google  (oGoogle Tag Manager). Quizá tengáis claro en qué consiste, o quizá no.
En este post pretendemos asentar algunas ideas básicas sobre qué es y para qué se utiliza esta estupenda herramienta que, a la larga, cambiará nuestra forma de implementar, por ejemplo, Google Analytics y Google Webmasters Tools, o de realizar el seguimiento de todo tipo de campañas de publicidad online.
De este modo, se modificará para siempre la relación entre departamentos de IT y Marketing de grandes empresas (agilizando procesos como el lanzamiento de nuevas campañas publicitarias); y se simplificará la vida de agencias de Marketing Online como la nuestra, a la hora de realizar el mantenimiento de códigos de seguimiento y píxeles variados en numerosos sitios webs.
Google Tag Manager
¿En qué consiste el Tag Manager?
Se trata de un código <script> que genera un iframe contenedor que, al ser colocado justo tras la apertura del <body> en una página web, reemplazará a la mayoría de las etiquetas de seguimiento de campañas y herramientas, que antes solíamos instalar una a una; por ejemplo, para realizar una correcta medición de campañas SEM o para instalar herramientas de analítica web y, próximamente, A/B testing.
Para configurar el contenedor e indicar qué etiqueta/s queremos que se active/n y en qué página/s, hemos de acceder a la herramienta online del Tag Manager . La interfaz de la misma no es excesivamente intuitiva, como puede ocurrir con otras herramientas de Google, como AdWords, debido al enorme desarrollo que suponen.
Aún así, si tenemos en cuenta la complejidad de la materia que estamos tratando y los enormes beneficios que aportará su comprensión, resulta lógico tener que formarse  un poco para llegar a manejarla y exprimirla.
¿Para qué sirve el Administrador de Etiquetas de Google?
¿Nunca os ha pasado que queréis lanzar una campaña de anuncios patrocinados o remarketing y desde vuestro departamento de programación os comunican que no es posible hasta tal día que se sube la web a producción? O ahora hablando como agencia, ¿no sentís que tenéis dependencia de vuestros proveedores de desarrollo web para implementar ciertas tags en el código fuente? ¿No os gustaría poder tener el control, un contenedor para gobernarlos a todos? Si la respuesta a alguna de esas preguntas es que sí, estáis de enhorabuena :)